La reciente cumbre de los BRICS+, celebrada en Kazán, Rusia, concluyó con un hito histórico para las economías emergentes del Sur global. Los líderes del grupo anunciaron la creación de una plataforma de inversiones y un sistema de pagos propio, llamados a reducir la dependencia de los sistemas dominados por el Norte. En la foto final, los representantes de 32 países posaron juntos, marcando el cierre de una reunión que impulsa una visión de equilibrio global.
Desde su fundación, el BRICS, acrónimo que originalmente representaba a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha crecido y evolucionado con una orientación que busca un nuevo orden económico. Esta semana, el grupo se amplió al aceptar 13 nuevos países en calidad de miembros asociados. Sin embargo, la exclusión de Venezuela generó polémica y una reacción crítica del gobierno venezolano, que acusó a Brasil de haber vetado su entrada.
El discurso del canciller brasileño, Mauro Vieira, quien acudió en lugar del presidente Lula da Silva, dejó claro que el BRICS+ se considera heredero de movimientos como el Grupo de los 77 y el Movimiento de Países No Alineados. Según Vieira, el bloque representa “una realidad palpable construida a lo largo de décadas” y no solo un grupo de economías emergentes identificadas en un informe de Wall Street hace más de dos décadas.
China y Rusia aprovecharon la cumbre para llamar a una acción más decidida en el Sur global. Xi Jinping subrayó la necesidad de que el BRICS+ actúe como una “fuerza estabilizadora” y propicie la seguridad y paz global, mientras que Putin promovió la creación de un mercado de materias primas para los países del bloque. Este mercado comenzaría con productos agrícolas, como los cereales, con el objetivo de que los miembros controlen mejor el flujo y los precios de recursos clave.
El avance más concreto del BRICS+ en esta cumbre fue la decisión de implementar un sistema de pagos alternativo llamado provisionalmente BRICS Clear. Este sistema permitirá que los países del bloque realicen transacciones financieras sin depender del sistema SWIFT, del que Rusia está excluido debido a las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania en 2022. BRICS Clear aspira a disminuir la dependencia del dólar en las transacciones internacionales, ofreciendo una red económica alternativa para sus miembros.
Para muchos de los líderes presentes, el éxito de BRICS+ significa un replanteamiento del poder económico global. Aunque por el momento el grupo se mantiene en 10 miembros de pleno derecho, los países asociados reflejan un nuevo balance de poder que, según los organizadores, encarna los ideales de autonomía y colaboración sur-sur.