Entre discursos sobre modernización y un escepticismo palpable, la Cámara de Diputados aprobó hoy la reforma de la presidenta Claudia Sheinbaum a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. La medida establece la creación de nuevas secretarías y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), a la par que rebautiza la Secretaría de la Función Pública como Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno.
Con bloques temáticos que dividieron el voto, Morena y sus aliados lograron pasar la reforma, aunque no sin un largo desfile de intervenciones. El bloque que contemplaba la Secretaría de las Mujeres se aprobó de manera unánime, celebrando este paso “indispensable” hacia la equidad, pero cuando tocó el turno de la ATDT, las voces de la oposición resonaron con fuerza. Argumentaron que esta nueva agencia es una “herramienta potencial para el espionaje,” temiendo que los datos de los ciudadanos puedan usarse de formas más siniestras que “para agilizar trámites,” como promueve el discurso oficial.
En plena sesión, la panista Carmen González tomó la palabra con una mezcla de ironía y enojo: “¿A qué le tiran con tanta centralización? Miren, mientras la presidenta sueña con plataformas y bases de datos, los estados y municipios siguen sin recursos para seguridad pública.” Sus comentarios provocaron risas y murmullos en el recinto, especialmente cuando lanzó una caricatura sobre la ratificación de Rosario Piedra en la CNDH, insinuando que la “imposición” vino directamente desde “Palenque” —el refugio simbólico del expresidente López Obrador.
González, elevando la tensión, dirigió su crítica hacia Javier Corral, senador de Morena, llamándolo “güevos tibios” en un tono de burla poco disimulado. “Y ni te defiendes, Javier. Se nota que el morenismo está feliz de contar con otra marioneta en el Senado”, lanzó entre aplausos de sus compañeros.
La reforma, sin embargo, avanzó, y Morena insistió en que con la nueva Secretaría de Anticorrupción, las instituciones serán más fuertes y menos corruptas. Aunque la ATDT se presentaba como un avance hacia la digitalización, la oposición mantuvo la alerta. “Si esto no es Venezuela, que alguien nos explique cómo va a quedar claro el uso de los datos”, advirtió el panista Fernando Torres. Mientras tanto, la reforma ya fue enviada al Senado, donde se prevé otra ronda de enfrentamientos entre quienes defienden “la transformación” y quienes temen un control absoluto del aparato gubernamental.