En el seno de Morena, las tensiones internas han escalado a niveles sin precedentes. Las confrontaciones entre Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, dos figuras clave en las cámaras legislativas federales, han salido a la luz pública debido a la reducción del presupuesto para el Senado. Ambos han sacado a relucir viejos negocios y acusaciones de corrupción, en un litigio que involucra contratos, transacciones fraudulentas y millones de pesos mal utilizados.
Estos líderes no deberían ocupar sus actuales cargos, especialmente en un sistema presidencialista como el mexicano, donde se espera que los operadores legislativos estén alineados con el Poder Ejecutivo Federal. Adán Augusto y Monreal representan el pasado reciente, con una relación complicada pero sostenida con el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto ha cultivado una imagen de villano ostentoso, con gastos desproporcionados y una retórica engañosa. Ha promovido contratos para beneficiarios selectos del presupuesto federal y ha tejido acuerdos con un aire mafioso. Monreal, por su parte, ha sido un opositor interno persistente de Claudia Sheinbaum y ha mantenido su influencia en Zacatecas y la alcaldía Cuauhtémoc, frenando al grupo claudista en San Lázaro.
Otro foco de tensión ha surgido en torno a los festejos postnupciales de un colaborador cercano de Alicia Bárcena, actual secretaria del medio ambiente. Bárcena se ha visto envuelta en un escándalo menor que ha escalado debido a la imposibilidad de desmarcarse de un abuso de poder de su subordinado. En el trasfondo, se habla de una pugna entre ocupantes anteriores y actuales de la cancillería morenizada.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha desestimado los señalamientos firmes y fuertes respecto a la disputa entre Adán Augusto y Monreal, así como la frivolidad del caso postnupcial en el Museo Nacional de Arte. Ha expresado su apoyo irrestricto a la gobernadora Layda Sansores y a la secretaria Bárcena, mientras trata de minimizar la reyerta entre líderes legislativos, instándolos a mantener la calma.