El jueves 23 de enero, la popular herramienta de inteligencia artificial ChatGPT experimentó una caída masiva a nivel mundial, afectando a miles de usuarios tanto en su versión web como en la aplicación móvil. Según reportes del sitio especializado Downdetector, el 84% de los problemas registrados corresponden a fallas en el servicio, con un 15% relacionado al sitio web y un 1% a la app. Las dificultades comenzaron por la mañana y se extendieron durante el día, generando frustración entre los usuarios.
En redes sociales, decenas de personas expresaron su malestar. Mensajes como “El chat de GPT falló en el momento en que más lo necesitaba”, “Chat GPT is down” y “¿Qué le pasó a ChatGPT?” inundaron plataformas como X (antes Twitter). Algunos usuarios incluso bromeaban sobre tener que “pensar por sí mismos” ante la indisponibilidad de la herramienta.
Mientras tanto, HackManac, una plataforma especializada en monitorear ciberataques, sugirió que ChatGPT podría ser víctima de un ataque del grupo hacktivista MR HAMZA, conocido por operaciones cibernéticas internacionales. Sin embargo, la autenticidad de esta información aún no ha sido confirmada, y OpenAI, la empresa desarrolladora de ChatGPT, no ha emitido un comunicado oficial al respecto.
ChatGPT, un chatbot de IA que utiliza aprendizaje humano para generar respuestas en múltiples idiomas, se ha convertido en una herramienta esencial para millones de usuarios en todo el mundo. Su caída no solo resalta la dependencia global hacia esta tecnología, sino también los riesgos asociados a su vulnerabilidad ante posibles ciberataques. Mientras los usuarios esperan una solución, la incertidumbre sobre el origen de las fallas sigue creciendo.