Este lunes, el presidente de EE. UU., Donald Trump, informó que, tras una conversación telefónica con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, se acordó el despliegue de 10,000 soldados mexicanos en la frontera común. Según Trump, los efectivos se encargarán específicamente de frenar el flujo de inmigrantes ilegales y el fentanilo hacia EE. UU.
Trump detalló en su cuenta de Truth Social que la conversación con Sheinbaum fue “muy amistosa” y que la presidenta de México aceptó el despliegue inmediato de las tropas para reforzar la seguridad fronteriza. A su vez, Sheinbaum confirmó el compromiso de Washington para colaborar en la reducción del tráfico de armas de alto poder hacia México.
La medida ocurre dentro del contexto de tensiones comerciales entre ambos países. Trump había anunciado el sábado un incremento del 25% en los aranceles a las importaciones de México y Canadá, bajo la justificación de que el flujo de inmigrantes ilegales y las drogas mortales, como el fentanilo, representan una grave amenaza para la seguridad de EE. UU.
Sin embargo, en un giro inesperado, Trump y Sheinbaum acordaron suspender los aranceles por un mes para permitir que se lleven a cabo negociaciones bilaterales. Estas negociaciones estarán encabezadas por altos funcionarios de ambos gobiernos, incluido el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Trump expresó su disposición de participar directamente en las conversaciones con la presidenta mexicana para lograr un acuerdo beneficioso para ambas naciones.
Este acuerdo marca un nuevo capítulo en la relación bilateral, con un enfoque en la cooperación en temas de seguridad, inmigración y comercio.