El Gobierno de Panamá anunció que no renovará el memorándum de entendimiento firmado con China en 2017, como parte del proyecto global de infraestructura conocido como la Franja y la Ruta (Ruta de la Seda). La decisión se dio a conocer tras una reunión entre el presidente panameño, José Raúl Mulino, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien se encuentra de gira por la región.
El acuerdo con Pekín buscaba integrar a Panamá en una red de infraestructuras físicas y digitales que conecta a 65 países. Sin embargo, la Administración estadounidense ha expresado preocupación por la influencia china en la región, particularmente en torno al Canal de Panamá. Mulino aseguró que el canal “es y seguirá siendo operado por Panamá”, rechazando las afirmaciones de un supuesto “control chino”. No obstante, reconoció que la operación de dos puertos en las entradas del canal por una empresa de Hong Kong, bajo acuerdos firmados en 1997, ha generado dudas en Washington.
El mandatario panameño explicó que su Gobierno espera los resultados de una auditoría en curso para evaluar el impacto de estas concesiones en los intereses nacionales. Mientras tanto, la visita de Rubio y las declaraciones del expresidente Donald Trump sobre el canal han desencadenado protestas en Panamá, donde grupos sociales han salido a las calles para defender la soberanía nacional. El país recuperó el control total del canal y las áreas adyacentes el 31 de diciembre de 1999, tras los Tratados Torrijos-Carter.
Rubio continuará su gira por América Latina con visitas a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, en un contexto de creciente competencia geopolítica entre Estados Unidos y China en la región.