Culiacán, Sinaloa, vivió una tarde de caos y violencia este lunes cuando un enfrentamiento armado entre civiles armados dejó dos muertos y varios heridos en el sector Antonio Nakayama. Los hechos ocurrieron alrededor de las 17:35 horas en la intersección del bulevar Las Torres y la calle Hilario Medina, donde el sonido de disparos alertó a los vecinos y desató una respuesta inmediata de las autoridades.
Uno de los fallecidos quedó tendido junto a un vehículo Seat León, mientras que el otro cuerpo fue encontrado dentro del mismo automóvil. Testigos relataron que ambos hombres presentaban múltiples impactos de bala. Uno de los occisos portaba una pistola fajada en su cintura, lo que podría sugerir que estaba armado durante el enfrentamiento. Sin embargo, hasta el momento no se han revelado las identidades de los fallecidos ni las posibles motivaciones detrás del ataque.
El tiroteo también dejó secuelas visibles en la infraestructura local. Varios negocios cercanos sufrieron daños por impactos de bala en sus fachadas y cristales. Además, un vehículo perteneciente a un civil herido quedó severamente dañado, con perforaciones en las ventanas y la carrocería. Este civil fue trasladado junto con otras personas lesionadas a hospitales locales para recibir atención médica.
Las autoridades respondieron rápidamente al llamado de emergencia. Al llegar al lugar, encontraron escenas de pánico y devastación. Mientras algunos oficiales aseguraron la zona, otros auxiliaron a los heridos, quienes fueron llevados de inmediato a centros médicos cercanos. Hasta ahora, se desconoce el estado de salud de los lesionados.
El lugar permanece resguardado por elementos de diversas corporaciones policiales, incluidos agentes municipales, estatales y federales, quienes esperan la llegada de personal de la Fiscalía General del Estado para llevar a cabo las diligencias correspondientes. Entre estas labores se incluyen el levantamiento de los cuerpos, recolección de evidencia balística y entrevistas con testigos.
Este nuevo episodio de violencia en Culiacán refuerza la percepción de inseguridad que afecta a esta región, conocida históricamente por ser un punto estratégico para actividades del crimen organizado. Aunque aún no hay confirmación oficial sobre si grupos criminales están involucrados, la magnitud del enfrentamiento sugiere tensiones profundas entre facciones rivales o actores armados.
Mientras tanto, los habitantes del sector Antonio Nakayama expresaron su temor ante la escalada de violencia. “Estamos cansados de vivir así”, declaró un comerciante cuyo local quedó dañado por los disparos. “No podemos seguir siendo víctimas de estos enfrentamientos”. La comunidad clama justicia y medidas efectivas para garantizar su seguridad, pero el futuro sigue incierto en una ciudad marcada por cicatrices de guerra.