Un exmilitar colombiano, conocido como El Pascual, relató cómo fue reclutado con engaños por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para fabricar explosivos y minas terrestres. Con 35 años y experiencia en el Ejército Nacional de Colombia, El Pascual cayó en la trampa de una oferta laboral falsa que prometía trabajo como escolta en México, con beneficios como vivienda y transporte. Sin embargo, al llegar a Guadalajara, fue llevado a una zona montañosa y descubrió que había sido reclutado por el CJNG.
El Pascual detalló que el cártel busca exmilitares colombianos por su experiencia en el manejo de armas y la fabricación de explosivos. “Nos dijeron: ‘Bienvenidos al CJNG’. Fui engañado”, afirmó. Durante su tiempo en el cártel, se le exigió asesinar civiles, mutilar campesinos y sembrar minas explosivas. “No estaba bien. Si no obedecías, te mataban”, relató.
Tras meses de explotación, El Pascual logró escapar durante un enfrentamiento, caminando durante días sin comida ni agua hasta encontrar refugio en un centro cristiano. Ahora, utiliza su experiencia para alertar a las autoridades y comunidades sobre las minas sembradas por el CJNG y sus aliados, como Los Viagras.
El CJNG ha reclutado a exmilitares colombianos e incluso a exintegrantes de las FARC para fortalecer sus operaciones. Los explosivos que fabrican, similares a los usados en Colombia, tienen tres mecanismos de detonación: por presión, control remoto o tensión. Estos artefactos han causado la muerte de militares mexicanos, como en el caso de Paredes del Ahogado, donde dos soldados murieron al pisar una mina en diciembre pasado.
Las autoridades investigan empresas en Jalisco y Michoacán vinculadas al CJNG, que abastecen de materiales para fabricar explosivos. Además, se sospecha de la complicidad de policías y militares locales. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad continúan desactivando minas en zonas rurales, protegiendo a civiles y soldados de esta amenaza creciente.