En medio de las estrictas políticas migratorias implementadas por el gobierno de Donald Trump, un nuevo fenómeno ha comenzado a alarmar a los residentes permanentes legales en Estados Unidos: la presión para renunciar a sus Green Cards. Aunque es común que los portadores de una Residencia Permanente Legal (LPR) sean sometidos a una segunda inspección al ingresar al país, ahora se reportan casos en los que agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) están presionando a inmigrantes para que firmen el Formulario I-407, conocido como “Registro de abandono del estatus de Residente Permanente Legal”.
Según reportes de NBC 7 en San Diego, California, varios residentes con Green Card han enfrentado esta situación, incluso aquellos sin antecedentes penales. Jan Bejar, un abogado de inmigración en San Diego, expresó su preocupación: “Lo que se informa es que varias de estas personas están siendo obligadas a firmar formularios I-407”. Este documento, que debe ser enviado de manera voluntaria a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), implica la renuncia al estatus de residente permanente.
Bejar enfatizó que este tipo de presión es ilegal: “No puedes acercarte a alguien en un aeropuerto o puerto de entrada y decirle ‘No te dejaré entrar a menos que firmes esto’”. Sin embargo, casos como el de una mujer documentada por el diario L.A. Times, quien afirma haber sido obligada a renunciar a su Green Card, sugieren que estas prácticas podrían estar extendiéndose.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha advertido que la revocación de una Green Card solo puede ser ordenada por un juez o realizada de forma voluntaria. Además, la organización ha denunciado que los agentes de CBP están solicitando contraseñas de dispositivos móviles a los inmigrantes, algo que no se exige a los ciudadanos estadounidenses. “Negarse a proporcionar contraseñas puede resultar en demoras o confiscación de dispositivos, pero no debería afectar el estatus migratorio”, señaló la ACLU.
A pesar de estas protecciones, los agentes de CBP tienen la facultad de negar la entrada a cualquier persona, incluso a portadores de Green Card, lo que ha generado incertidumbre y temor entre la comunidad de residentes permanentes.