En una carrera contrarreloj para proteger la economía mexicana, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, emprende este jueves su cuarto viaje a Washington. Su misión: evitar los aranceles generalizados del 25 % anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya implementación está programada para el próximo 2 de abril. Durante su intervención virtual en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, Ebrard confirmó que se reunirá con Howard Lutnick, secretario de Comercio estadounidense, y Jamieson Greer, representante comercial, en busca de un acuerdo que frene esta medida.
La amenaza de los aranceles ha generado preocupación en todos los niveles de la economía mexicana. En días recientes, organismos internacionales han lanzado advertencias alarmantes: Fitch redujo a 0 % su estimado de crecimiento para México este año, mientras que la OCDE proyecta una contracción del 1.3 %. Estos pronósticos reflejan la magnitud del impacto que tendrían los impuestos al comercio bilateral, considerando que las exportaciones mexicanas a Estados Unidos alcanzaron un valor de 490,183 millones de dólares en 2023, equivalente a casi el 30 % del PIB nacional.
Esta no es la primera vez que México enfrenta esta crisis. Gracias a negociaciones anteriores, el país logró dos pausas mensuales desde febrero, pero la presión sigue siendo abrumadora. Para el Gobierno mexicano, evitar los aranceles no solo es una cuestión económica, sino también política. La relación comercial con Estados Unidos es estratégica, y cualquier perturbación podría tener consecuencias desastrosas tanto para empresas como para trabajadores.
Mientras tanto, en Washington, las conversaciones serán cruciales. Ebrard buscará argumentar que los aranceles no solo afectarían a México, sino también a las cadenas de suministro y consumidores estadounidenses. Aunque el panorama parece complicado, el equipo mexicano confía en encontrar una solución que evite una nueva escalada en las tensiones comerciales.
El tiempo corre, y con él, el futuro de la economía mexicana depende de lo que ocurra en estas próximas horas en la capital estadounidense.