La Armada estadounidense ha intensificado su presencia militar en aguas fronterizas con el despliegue del destructor USS Spruance, un buque de guerra de última generación que patrullará la costa del Pacífico mexicano. Esta medida, anunciada este sábado, forma parte de una estrategia más amplia para combatir el tráfico de drogas y la inmigración irregular por vía marítima.
El USS Spruance, recién llegado de una misión de cinco meses en Oriente Medio, operará en coordinación con el USS Gravely que ya patrulla el Golfo de México. “Esta movilización demuestra nuestra determinación de lograr el control operativo total de la frontera”, declaró el general Gregory Guillot, comandante del Comando Norte de EE.UU.
El destructor contará con un equipo especial de la Guardia Costera (LEDET) especializado en interceptaciones marítimas, lo que le permitirá realizar operaciones contra el narcotráfico, la piratería y el tráfico de personas. Las autoridades estadounidenses enfatizan que la misión también busca contrarrestar amenazas como el terrorismo marítimo y el tráfico de armas.
Este despliegue se produce en el marco de la orden ejecutiva presidencial que busca reforzar la seguridad fronteriza, generando tanto apoyo como críticas por parte de distintos sectores políticos y organizaciones de derechos humanos.