El gobierno mexicano ha activado un ambicioso plan de vacunación en respuesta al peligroso brote de sarampión que afecta al estado fronterizo de Texas, Estados Unidos. El secretario de Salud, David Kershenobich, anunció la “Semana de Vacunación”, un operativo especial que se llevará a cabo entre finales de abril y principios de mayo, con el objetivo de proteger a la población infantil mexicana.
La emergencia sanitaria se desató tras reportarse 309 casos de sarampión en Texas, incluyendo 40 hospitalizaciones y el trágico fallecimiento de un menor no vacunado. Las autoridades sanitarias texanas alertan que el brote, concentrado principalmente en comunidades menonitas que rechazan la vacunación, podría expandirse debido a la alta contagiosidad de la enfermedad.
“Vamos a disponer de 14 tipos de vacunas, no solo contra sarampión y tos ferina”, aseguró Kershenobich, destacando que la meta es alcanzar una cobertura del 90% en la población infantil. El caso que conmocionó a la opinión pública fue el de una niña fallecida cuyos padres, reconocidos activistas antivacunas, insistieron en minimizar los riesgos del sarampión pese a la evidencia médica.