En un evento que marcó el inicio de una nueva era para el Bosque Urbano La Sauceda, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, lideró la plantación de más de cuatro mil árboles nativos como parte de un ambicioso proyecto de reforestación y recuperación del espacio. Con la participación activa de agrupaciones sociales y ciudadanos comprometidos, La Sauceda comienza a renacer como un símbolo de esperanza y colaboración entre gobierno y sociedad.
Durazo Montaño destacó la importancia del trabajo conjunto y reconoció el papel fundamental de las organizaciones civiles que visibilizaron la problemática del bosque ante la comunidad. “Tenemos el proyecto ejecutivo para hacer un parque lineal desde La Sauceda hasta La Victoria, en donde será una especie de malecón interior. Lo tengo contemplado dentro del recurso que voy a conseguir”, anunció durante el evento. Este anuncio no solo refleja una visión integral para el desarrollo urbano, sino también un compromiso por preservar los espacios naturales como patrimonio social.
El titular de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora, Carlos Ernesto Zatarain González, explicó que la reforestación abarca dos polígonos específicos: el primero, conocido como “La Oreja”, ubicado al sureste, donde se plantarán mil 584 árboles; y el segundo, en el área norte, donde se sembrarán dos mil 592 ejemplares. En total, serán cuatro mil 176 árboles pertenecientes a 14 especies nativas, como guayacán, palo verde, torote prieto y ocotillo. Estas especies no solo son emblemáticas de la región, sino que también contribuyen a la restauración del ecosistema local.
El gobernador enfatizó que La Sauceda no solo será un espacio de conservación ambiental, sino también un refugio cultural y recreativo para los sonorenses. “Vamos a hacer una reserva ecológica, y llegue quien llegue, no le van a poder meter mano a esta tierra. Es un patrimonio social, y lo que hagamos lo vamos a convertir en un patrimonio social”, declaró. Además, adelantó que en la segunda etapa del proyecto se rehabilitará el Museo del Niño, se incluirán opciones infantiles y se ampliarán las áreas comunes, como baños y zonas de esparcimiento.
La Sauceda, que alguna vez fue víctima de descuido y olvido, ahora emerge como un ejemplo de cómo la convergencia de gestión institucional y ciudadana puede transformar un espacio en ruinas en un nuevo punto de encuentro para la comunidad. “La Sauceda no es solo un bosque, es un espejo que nos refleja como sociedad; ahora renace como un nuevo símbolo”, expresó uno de los líderes del proyecto. Con esta obra, afirmó, se renueva un pacto entre el gobierno, su gente y su tierra.
Jesús Antonio Madrid del Río, director del Bosque Urbano La Sauceda, felicitó a las agrupaciones independientes que lograron visibilizar la problemática y movilizar a la sociedad para exigir soluciones. Su labor fue clave para que el gobierno estatal asumiera el compromiso de rescatar este espacio vital para Hermosillo y sus habitantes.
Con la reforestación, La Sauceda no solo recupera su flora y fauna, sino que también se convierte en un lugar donde familias pueden disfrutar de la naturaleza y construir vínculos comunitarios. Este proyecto marca el inicio de una nueva etapa para Sonora, donde la preservación ambiental y el desarrollo social caminan de la mano.