El nombramiento de Adrián Rubalcava como nuevo director del Sistema de Transporte Colectivo Metro ha encendido los ánimos en la capital. La designación del exalcalde priista de Cuajimalpa, anunciada este martes, generó inmediato rechazo entre trabajadores del Metro y sectores políticos, quienes cuestionan su falta de experiencia en transporte público y su pasado en el tricolor.
Pero Claudia Sheinbaum, presidenta de México, salió al quite con un argumento sorprendente: citó el libro “¡Gracias!” de AMLO para pedir “darle una oportunidad” al controvertido funcionario. “A las personas se les evalúa en distintos momentos”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina, recordando que Rubalcava abandonó el PRI para unirse a su movimiento.
La defensa presidencial no calmó las aguas. Críticos señalan que el Metro -sistema que transporta a millones diariamente y ha sufrido graves accidentes- requiere liderazgo técnico, no político. Sheinbaum, sin embargo, pidió tiempo: “Si no hace buen trabajo, entonces sí habrá que criticarlo”.
El episodio revela la compleja ecuación entre lealtades políticas y capacidad técnica en el gobierno actual. Mientras Rubalcava se prepara para tomar las riendas de este sistema vital, muchos se preguntan: ¿será esta una apuesta acertada o un error que pagarán los usuarios?