La noche que Israel golpeó el corazón nuclear de Irán
En una escalada sin precedentes, Israel lanzó un ataque masivo contra territorio iraní en la noche del jueves al viernes, impactando instalaciones nucleares clave y matando a varios altos mandos militares. Más de 200 aviones de combate israelíes bombardearon unos 100 objetivos, incluida la principal planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, según confirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien calificó la operación de “muy exitosa”.
Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) afirmaron haber destruido centrífugas subterráneas en Natanz y neutralizado sistemas de defensa iraníes, incluyendo radares y lanzadores de misiles. Sin embargo, Irán minimizó los daños, asegurando que su infraestructura nuclear sigue operativa. Entre las víctimas figuran Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor iraní, y Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria, además de dos físicos nucleares.
El ayatolá Alí Jameneí prometió un “duro castigo”, mientras el presidente Masoud Pezeshkian advirtió una “respuesta poderosa”. Horas después, Irán lanzó más de 100 drones hacia Israel y solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
EE.UU., aunque conocía los planes israelíes, no participó directamente en los bombardeos. El presidente Donald Trump amenazó con represalias “aún más brutales” si Irán contraataca, mientras Teherán acusó a Washington de complicidad.