Hace quince años, el incendio en la Guardería ABC se llevó la vida de 49 niños y cambió para siempre la de sus familias. Hoy, después de más de una década de lágrimas, marchas y un incesante llamado por justicia, las voces de esas madres y padres han comenzado a ser escuchadas. Entre ellos está Patricia Duarte, madre de uno de los pequeños fallecidos, quien ha sido una de las figuras más visibles y resilientes en la búsqueda de la #JusticiaABC.
En un emotivo testimonio, Patricia ha destacado lo que considera un avance significativo: por primera vez en 15 años, un gobierno estatal —el encabezado por Alfonso Durazo en Sonora— ha tomado en serio el profundo y complejo concepto de justicia que muchas de las familias han defendido incansablemente. “Es la primera vez que un gobierno estatal le da importancia al concepto de justicia que muchas mamás y papás tenemos”, expresa Patricia con firmeza, reconociendo la sensibilidad con la que la administración de Durazo ha abordado el sentir de las víctimas.
Este reconocimiento no es un gesto aislado. Durante años, las madres y padres afectados se reunieron en diversas ocasiones con autoridades que les prometían soluciones, pero la realidad parecía siempre desvanecerse entre burocracias y silencios. Sin embargo, Patricia señala que, bajo este nuevo gobierno, las víctimas han sido convocadas de manera conjunta, sin distinciones ni divisiones. “A quienes no escuchan es porque no acuden a las reuniones”, subraya con dolor, pero también con la satisfacción de saber que, al fin, las puertas están abiertas para todos.
Un paso crucial en este proceso ha sido la aplicación de la Ley 5 de Junio, una normativa que busca proteger a la primera infancia en estancias infantiles y que representa un homenaje a los pequeños que perdieron la vida en el incendio. “Gracias a su voluntad”, menciona Patricia en referencia al gobernador Durazo, “ya se está aplicando la Ley 5 de junio en beneficio de la primera infancia”. Este avance, señala, es también un compromiso con las medidas de no repetición, para que tragedias como la de la ABC nunca vuelvan a suceder. La memoria colectiva ha sido priorizada y cada pequeño paso hacia la justicia es un recordatorio de lo que está en juego: la dignidad y la seguridad de los más vulnerables.
Sin embargo, uno de los logros más recientes y más significativos es el reconocimiento de la igualdad y no discriminación entre madres y padres que han sufrido la misma tragedia. Ayer, lo que durante años se consideró imposible, finalmente se hizo realidad. Este avance no habría sido posible sin el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador y del director general del IMSS, Zoé Robledo, quienes, junto a Alfonso Durazo, han brindado un respaldo constante a esta lucha tan justa.
“Lo bueno también cuenta y se cuenta”, concluye Patricia, con un mensaje que, a pesar del dolor, deja entrever la esperanza de que la justicia para los niños de la ABC y sus familias está, por fin, en camino.