En una conferencia de prensa conjunta en Berlín, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz, expresaron su esperanza de que la muerte de Yahya Sinwar, líder de Hamás y arquitecto de los ataques del 7 de octubre contra Israel, permita la búsqueda de un camino hacia la paz en la Franja de Gaza. “Es una oportunidad para que se busque un sendero hacia la paz, para un futuro mejor en Gaza sin Hamás”, reiteró Biden.
El mandatario estadounidense, que se encontraba en Alemania para discutir la situación en Oriente Próximo, también hizo un llamado a la comunidad internacional para que apoye a Ucrania hasta alcanzar una “paz justa”.
En medio de esta coyuntura, China solicitó “aplicar inmediatamente un alto el fuego” en Gaza. Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, subrayó la necesidad de proteger a los civiles y garantizar la asistencia humanitaria. “Hemos tomado nota de lo ocurrido”, indicó, haciendo referencia a la muerte de Sinwar en un enfrentamiento en Rafah.
Por su parte, Japón se comprometió a realizar “esfuerzos diplomáticos” junto al G7 para restaurar la paz en la región. “Observamos si este movimiento puede influir en la negociación de la liberación de rehenes y el alto el fuego”, declaró Kazuhiko Aoki, viceportavoz del Gobierno japonés.
La reacción israelí no se hizo esperar. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que, aunque la muerte de Sinwar “no es el fin de la guerra en Gaza, sí es el principio del final”. Hizo un llamado a los gazatíes, afirmando que “esta guerra puede acabarse mañana si Hamás depone las armas”.
Khalil Al-Hayya, jefe adjunto de Hamás en Gaza, respondió que los rehenes israelíes no regresarían hasta que cesara “la agresión” contra el enclave palestino. En un comunicado, Hamás reafirmó su papel como un movimiento de liberación y no confirmó explícitamente la muerte de Sinwar.
Yahya Sinwar, quien asumió el liderazgo de Hamás tras el asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán, es recordado como el artífice de los recientes ataques. Su muerte, junto a otros líderes de Hamás en el pasado, plantea un complejo panorama para la paz en la región.