En medio de tensiones y una creciente incertidumbre dentro del Poder Judicial, la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) tomó la decisión de reanudar labores hasta el lunes 28 de octubre. Esta resolución, tomada por mayoría de votos, responde a la Circular 23/2024 emitida por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), que había ordenado el reinicio de actividades desde este jueves. Sin embargo, el trasfondo de esta decisión revela mucho más que un simple regreso a la rutina: es un acto de resistencia estratégica en la batalla por la autonomía e independencia judicial.
La noticia fue recibida con escepticismo entre los trabajadores judiciales, quienes durante semanas han sido testigos y partícipes de una lucha que va más allá de la administración de justicia diaria. La Jufed, aunque ha aceptado volver temporalmente a las labores, dejó claro que este retorno no implica una claudicación de sus principios. En su comunicado oficial, publicado horas después de la votación, el tono fue firme: la reanudación de actividades es temporal y, si el CJF no responde pronto a las demandas tanto de jueces como de trabajadores judiciales, la suspensión podría volver a implementarse.
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Es jueves por la tarde en las oficinas judiciales de diversas entidades. El silencio y las oficinas cerradas contrastan con la expectativa de que, en unos días, volverán a la normalidad, aunque sin certezas sobre lo que pueda suceder después del 28 de octubre. En el centro de este conflicto está la reforma judicial impulsada por los poderes Ejecutivo y Legislativo, una reforma que ha sido duramente criticada por los miembros del Poder Judicial, quienes ven en ella un ataque directo a su independencia. Desde la Jufed, este sentimiento se ha reafirmado. “No se trata solo de defender nuestros derechos como juzgadores, sino las libertades, derechos y garantías de todas y todos los mexicanos”, destacaron en su comunicado.
El ambiente entre los magistrados y jueces se percibe tenso. Mientras algunos empleados judiciales se preparan para el inminente regreso, otros siguen sopesando la posibilidad de un nuevo paro. La Circular 23/2024 del CJF parecía una orden contundente para reanudar actividades, pero la Jufed la ha recibido con cautela. No solo exigen respuesta a sus peticiones, sino que también hacen un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que se pronuncie de manera definitiva sobre los amparos interpuestos contra la reforma judicial.
Al caminar por los pasillos de los tribunales, se siente la resistencia silenciosa pero decidida. La Jufed dejó en claro que su retorno no es sinónimo de aceptación de la reforma. “Esta resistencia continúa dentro de los cauces legales, conscientes de que la justicia y el respeto a la Constitución son pilares inquebrantables de nuestra democracia”, proclamaron los juzgadores en su comunicado.
El respaldo hacia la base trabajadora fue otro de los puntos clave en la postura de la Jufed. Aunque los magistrados y jueces han decidido volver, manifestaron su apoyo irrestricto a los empleados judiciales, quienes también se han visto afectados por la falta de respuesta a sus demandas. “Compartimos la convicción de defensa de nuestra independencia judicial”, subrayaron, recordando que las demandas de sus colegas trabajadores siguen sin ser atendidas por el CJF.
En este clima de incertidumbre, queda claro que el próximo lunes no marcará el final del conflicto. Si bien las actividades jurisdiccionales se retomarán, la lucha por la defensa de la independencia judicial sigue vigente. La Jufed ha dejado la puerta abierta a nuevas suspensiones si no se logran respuestas prontas y claras.
Así, mientras el calendario avanza hacia el 28 de octubre, los juzgados de todo el país se preparan para reabrir, pero lo hacen con la convicción de que esta reanudación es solo un capítulo más en una batalla que, según los juzgadores, está lejos de concluir.