Valentina Gómez, una joven colomboestadounidense de 25 años, ha desatado una tormenta mediática con su más reciente video publicado en la red social X. En la grabación, se muestra empuñando una pistola y declarando: “Ejecuciones públicas para cualquier inmigrante ilegal que viole o mate a un estadounidense”. Este mensaje, que generó 64,000 “likes” y 6,000 comentarios en su mayoría favorables, fue restringido por la plataforma por su contenido violento, aunque su cuenta ya está nuevamente activa.
Gómez, nacida en Medellín y formada en la Central Connecticut State University y la Tulane Freeman School of Business, ganó notoriedad en mayo pasado al competir en las primarias republicanas para secretaria de Estado de Misuri. A pesar de terminar sexta, sus discursos incendiarios contra temas LGBTQ+ y la inmigración ilegal llamaron la atención. Ahora, busca un escaño en el Congreso por Texas en 2026.
“Me importa un bledo lo que los burócratas en Washington piensen de mí. Estoy aquí para detener a los sinvergüenzas y salvar a los niños”, afirmó durante el lanzamiento de su campaña el 18 de diciembre. Su retórica, similar a la de otros extremistas, ha encontrado eco en figuras como Laura Loomer, activista de ultraderecha cercana al presidente electo.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han condenado su discurso. “Que una migrante promueva violencia de esta magnitud es peligrosísimo”, señaló Juan José Gutiérrez, de la Coalición de Derechos Plenos para los Inmigrantes. En Colombia, el presidente Gustavo Petro también criticó a Gómez, cuestionando su contradicción al ser migrante y promover odio hacia otros migrantes.
Esta cruzada antiinmigrante refleja un clima tenso y polarizado en Estados Unidos, alimentado por discursos como el de Gómez. Aunque sus palabras despiertan controversia, también plantean una preocupación creciente sobre el impacto del odio en la sociedad y la política.