El gobierno alemán acusó al multimillonario Elon Musk de intentar influir en las elecciones parlamentarias del 23 de febrero mediante mensajes en redes sociales y un artículo de opinión en el diario Welt am Sonntag donde respaldó al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). El texto provocó la renuncia del editor de comentarios del periódico en protesta.
Un portavoz del gobierno alemán calificó el acto como un intento de injerencia, aunque lo describió como “tonterías”. Musk defendió su postura, alegando que sus “importantes inversiones” en Alemania le otorgan derecho a opinar sobre su política, y elogió las propuestas de la AfD en regulación y desregulación económica.
El respaldo de Musk llega en un contexto de tensión política, tras la caída del gobierno liderado por Olaf Scholz y con la AfD posicionada en segundo lugar en las encuestas. Los principales partidos han descartado alianzas con la AfD, investigada por sus posibles vínculos con la extrema derecha.
Lars Klingbeil, líder del SPD, comparó a Musk con Vladímir Putin, acusándolos de intentar debilitar la democracia alemana. Por su parte, Friedrich Merz, favorito para suceder a Scholz, calificó las declaraciones de Musk como “intrusivas y pretenciosas”. El debate sigue encendido mientras Alemania se acerca a una de sus elecciones más críticas.