El 2 de enero de 2025, el Centro de Planetas Menores (MPC) anunció el descubrimiento del supuesto asteroide 2018 CN41, detectado a menos de 240,000 kilómetros de la Tierra. Sin embargo, tras un análisis más detallado, astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian determinaron que el objeto no era un asteroide, sino la etapa superior del Falcon Heavy de SpaceX, lanzado en 2018 con el Tesla Roadster de Elon Musk a bordo.

El hallazgo resolvió un misterio de siete años sobre el paradero del vehículo, que continúa orbitando entre la Tierra y Marte sin control. SpaceX equipó el automóvil con cámaras y un maniquí apodado Starman, que “conduce” el vehículo mientras suena música de David Bowie.

El MPC corrigió rápidamente su error y eliminó la designación del supuesto asteroide. No obstante, el incidente reavivó preocupaciones sobre la creciente cantidad de desechos espaciales fuera de control y la necesidad de un registro detallado de objetos artificiales en el espacio, especialmente en el marco de iniciativas de defensa planetaria.