A medida que el tráfico continuo desgasta las carreteras, los baches se convierten en un problema persistente. Estos agujeros surgen por la oxidación del betún, el material utilizado en el asfalto, que se endurece con el tiempo. Sin embargo, un equipo de investigadores de Reino Unido y Chile ha logrado desarrollar un material asfáltico innovador con la capacidad de reparar sus propias grietas, eliminando la necesidad de mantenimiento constante.
Este asfalto autorreparador está compuesto por esporas de plantas porosas cubiertas con aceites reciclados. Cuando las grietas se forman debido al tráfico, las esporas liberan aceites que suavizan el betún, permitiendo que fluya y selle las fisuras. En pruebas de laboratorio, el material ha demostrado poder reparar grietas en menos de una hora.
El investigador José Norambuena-Contreras, de la Universidad de Swansea, destacó que este avance podría alargar la vida útil de las carreteras en un 30%, además de contribuir a la creación de infraestructuras más sostenibles, con menor huella de carbono. Aunque todavía en desarrollo, esta tecnología promete reducir costos de mantenimiento y ofrecer una solución eficaz para los baches, cuyo arreglo cuesta millones cada año en países como el Reino Unido.