La irrupción de DeepSeek, una plataforma de inteligencia artificial de origen chino, ha desatado una ola de preocupaciones en Estados Unidos, no solo por su impacto económico en empresas locales, sino también por los temores relacionados con la seguridad nacional. Según reportes de TechSpot, el uso de esta tecnología podría volverse ilegal en territorio estadounidense si se aprueba un proyecto de ley presentado por el senador republicano Josh Hawley. La legislación propone sanciones severas, incluyendo multas de hasta 1 millón de dólares y penas de 20 años de cárcel para quienes utilicen aplicaciones de IA desarrolladas en China.
Hawley, uno de los principales impulsores de esta iniciativa, también ha sugerido imponer multas de hasta 100 millones de dólares a empresas que colaboren con firmas chinas de inteligencia artificial. Además, la ley busca prohibir la importación de tecnología y propiedad intelectual diseñadas en China, así como restringir la transferencia de investigación, lo que podría afectar a científicos que publican sus hallazgos de manera abierta.
Texas se ha convertido en el primer estado en tomar medidas concretas contra DeepSeek. El gobernador Greg Abbott firmó una orden que prohíbe su uso en dispositivos estatales, argumentando riesgos potenciales para la seguridad nacional. Según las autoridades, existe el temor de que el gobierno chino pueda acceder a información confidencial almacenada en servidores ubicados en China.
La popularidad de DeepSeek ha generado debates sobre privacidad, ética y seguridad, especialmente por su presunta incapacidad para responder preguntas sensibles relacionadas con el Partido Comunista Chino. Estas preocupaciones han llevado a varios países, como Italia, Países Bajos, Irlanda, Corea del Sur, Australia y Taiwán, a prohibir o evaluar la restricción de esta tecnología. Mientras tanto, Estados Unidos avanza en su intento por limitar la influencia de la IA china en su territorio, marcando un nuevo capítulo en la tensión tecnológica entre ambas potencias.