Durante la conferencia del 11 de febrero, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, expuso un análisis detallado sobre los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y aluminio mexicanos. Según Ebrard, estas medidas representan una situación “inusual” e “injusta”, dado que México se ha convertido en el principal destino de las exportaciones siderúrgicas estadounidenses, absorbiendo el 52 % de sus ventas globales en 2024.
El funcionario destacó que, lejos de ser una relación desequilibrada en favor de México, las cifras muestran lo contrario: México importa más acero y aluminio del que exporta hacia su vecino del norte. Además, señaló que Estados Unidos obtiene ganancias significativas, superiores a los 6,897 millones de dólares anuales, gracias a las ventas de estos metales a México.
Ebrard comparó esta dinámica con otros socios comerciales como Australia, Canadá y China, donde el flujo comercial favorece aún más a EE.UU. “México importa más acero del que exporta. ¿Quién creció? Pues ellos, nos venden más”, afirmó, cuestionando la lógica detrás de los aranceles. Para el secretario, la medida no solo carece de justificación económica, sino que también contradice los beneficios que el propio gobierno estadounidense obtiene de esta relación comercial.
A través de gráficas y datos, Ebrard subrayó la paradoja de imponer tarifas elevadas a un socio que contribuye de manera significativa al crecimiento económico de EE.UU. En su conclusión, calificó la medida como una “mala idea” que podría tensionar aún más los lazos económicos entre ambos países.