La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha desplegado un contingente de 300 soldados hacia el norte de Sonora como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno Federal. Este refuerzo militar, confirmado por la 45ª Zona Militar, llegó la mañana del lunes 17 de febrero a Hermosillo, la capital del estado, desde donde las tropas se trasladaron a diversos municipios de la región.
La mayoría de los efectivos serán desplegados en Caborca, un municipio clave por su ubicación estratégica y su historial de inseguridad. Sin embargo, también se espera que los soldados operen en otros puntos críticos como San Luis Río Colorado, General Plutarco Elías Calles (Sonoyta), Nogales, Naco y Agua Prieta. Estos municipios, ubicados en la frontera con Estados Unidos, han sido escenario de diversos desafíos de seguridad, incluyendo el tráfico de drogas y la migración irregular.
Este despliegue se suma a los esfuerzos ya realizados por las fuerzas federales, que incluyen a 1,900 elementos de la Guardia Nacional. La Sedena ha asegurado que esta movilización tiene como objetivo reforzar la seguridad en la región y garantizar la estabilidad en una de las zonas más sensibles del país.
La decisión de enviar tropas adicionales responde a la necesidad de contener la creciente ola de violencia y delincuencia organizada en la frontera norte. Según datos oficiales, Sonora ha registrado un aumento en incidentes relacionados con el crimen organizado, lo que ha llevado al gobierno federal a tomar medidas más contundentes.
El arribo de los soldados ha generado expectativas entre la población local, que espera una mejora en las condiciones de seguridad. Sin embargo, también ha despertado preocupaciones sobre la militarización de la región y sus posibles implicaciones a largo plazo.
Este movimiento marca un nuevo capítulo en la estrategia de seguridad del gobierno, que busca combinar la presencia militar con operaciones coordinadas de la Guardia Nacional para enfrentar los desafíos en la frontera norte.