En un giro político que ha captado la atención internacional, las elecciones legislativas en Alemania han marcado un hito histórico con el avance significativo de la extrema derecha y la victoria de los conservadores. El expresidente estadounidense Donald Trump no tardó en celebrar los resultados, calificándolos como “un gran día para Alemania y para Estados Unidos”.
A través de su plataforma Truth Social, Trump expresó su entusiasmo en un mensaje escrito en mayúsculas: “Al igual que en Estados Unidos, la gente en Alemania se cansó de la agenda sin sentido común, especialmente en energía e inmigración, que ha permanecido por tantos años”. El exmandatario aseguró que este triunfo es solo el comienzo de muchas más victorias por venir.
Los resultados preliminares, basados en sondeos a boca de urna de las cadenas públicas ARD y ZDF, muestran que los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU/CSU), liderados por Friedrich Merz, obtuvieron entre el 28.5% y el 29% de los votos. Sin embargo, el verdadero fenómeno de la noche fue el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que logró un histórico 19.5% a 20%, el mejor resultado de su historia en unas elecciones federales desde la posguerra.
A pesar de su victoria, Merz descartó cualquier alianza con el AfD, subrayando su intención de formar un gobierno estable “lo más pronto posible”. “El mundo exterior no espera largas negociaciones de coalición. Debemos ser operativos para actuar frente a los desafíos internacionales”, afirmó el líder conservador, quien tiene todas las posibilidades de reemplazar al actual canciller socialdemócrata, Olaf Scholz.
La campaña electoral estuvo marcada por el regreso de Trump al escenario político estadounidense y el auge de movimientos de extrema derecha en Europa. Alemania, un país que enfrenta una recesión económica, tensiones comerciales con Washington y dudas sobre la seguridad garantizada por Estados Unidos, se encuentra en un momento crucial.
“Envíen una señal a favor de un cambio político urgente y necesario”, había escrito Merz en X (antes Twitter) antes de los comicios. Ahora, con los resultados en mano, el desafío para el próximo gobierno será enorme: reactivar la economía, mantener la unidad europea y contener el avance de la extrema derecha en un contexto global cada vez más polarizado.