En un esfuerzo por mejorar las tensas relaciones bilaterales, Rusia y Estados Unidos celebraron ayer una reunión en Estambul que arrojó avances significativos en temas diplomáticos clave. El encuentro, que contó con la participación de altos funcionarios de ambos países, se centró en garantizar la financiación de las misiones diplomáticas sobre la base de la reciprocidad y en crear condiciones adecuadas para que los diplomáticos cumplan con sus funciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso destacó que las conversaciones fueron “sustanciales y de negocios”, y que se acordó continuar el diálogo en el futuro.
Uno de los puntos más destacados fue la propuesta rusa de restablecer los vuelos directos entre ambos países, una medida que podría facilitar el intercambio diplomático y comercial. Además, se abordaron temas sensibles, como la devolución de seis propiedades diplomáticas rusas incautadas por Estados Unidos entre 2016 y 2018, un asunto que Moscú considera prioritario para normalizar las relaciones.
Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense expresó su preocupación por la necesidad de garantizar un personal estable en su embajada en Moscú, así como por el acceso a servicios bancarios y contratados. Ambas partes acordaron celebrar una nueva reunión en el corto plazo para seguir avanzando en estos temas, aunque aún no se han definido la fecha, el lugar ni los representantes que participarán.
Esta reunión marca un paso importante en el intento de superar los “irritantes heredados” de administraciones anteriores, según el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Aunque persisten tensiones, el diálogo en Estambul sugiere que ambos países están dispuestos a trabajar en soluciones concretas para mejorar sus relaciones.