El Estadio Azteca, un coloso que ha marcado la historia del fútbol mundial, está listo para dar un paso hacia el futuro. Con más de cinco décadas de trayectoria, este recinto emblemático cambiará su nombre a “Estadio Banorte” tras un acuerdo millonario anunciado por el Grupo Ollamani y el banco mexicano. La inversión de 2,100 millones de pesos mexicanos busca no solo modernizar el estadio, sino también garantizar que ofrezca una experiencia única para los aficionados durante la próxima Copa del Mundo 2026.
Este histórico escenario, conocido como el Coloso de Santa Úrsula, ya ha sido testigo de dos Mundiales de la FIFA, en 1970 y 1986, donde momentos legendarios como el “Gol del Siglo” de Maradona y la victoria de Brasil frente a Italia han quedado grabados en la memoria colectiva. Ahora, se prepara para ser sede de su tercera edición, llevando la grandeza del fútbol mexicano al escenario global.
Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Ollamani, aseguró que este cambio no alterará la esencia ni la arquitectura del estadio. “Modernizaremos este emblemático recinto, respetando su diseño y tradición que han sido reconocidos por décadas”, afirmó. Las renovaciones incluirán mejoras tecnológicas, infraestructura y servicios para los aficionados, todo sin perder la magia que ha caracterizado al estadio desde su inauguración en 1966.
El acuerdo no solo implica la remodelación física del estadio, sino también un fuerte componente publicitario. Banorte, uno de los bancos más importantes de México, adquirirá derechos exclusivos de patrocinio y branding, convirtiéndose en el nombre oficial del recinto. Este movimiento estratégico le permitirá al banco posicionarse a nivel internacional durante el torneo, mientras apoya la evolución del fútbol en el país.
Aunque algunos aficionados han expresado preocupaciones sobre el cambio de nombre, Azcárraga reiteró que la esencia del estadio permanecerá intacta. “Será el recinto más importante para dar a conocer a México ante el mundo”, concluyó. Así, el Estadio Banorte se prepara para escribir un nuevo capítulo en su rica historia, combinando tradición y modernidad en un evento deportivo de talla mundial.