En un giro inesperado que vincula política, economía y vandalismo, Elon Musk ha señalado que la reciente ola de ataques contra vehículos Tesla está directamente relacionada con su liderazgo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU. (DOGE), una iniciativa creada para erradicar $2 billones en gastos fraudulentos del gobierno federal. Durante una entrevista exclusiva con Fox News este martes, Musk no se anduvo con rodeos: “Resulta que, cuando les quitas a las personas el dinero que están recibiendo de manera fraudulenta, se enojan mucho”, declaró.
El magnate y director general de Tesla explicó que los ataques selectivos contra sus vehículos y concesionarios son una respuesta violenta al éxito del DOGE en frenar el despilfarro y la corrupción. Según Musk, “la gente mala hace cosas malas”, y estos actos de vandalismo son un intento desesperado por detener su cruzada contra el fraude gubernamental. “Si no lo hiciéramos, no les importaría”, afirmó, destacando que los ataques reflejan la magnitud del impacto de sus esfuerzos.
La madrugada de este martes, un nuevo incidente sacudió al país: un hombre incendió varios autos Tesla estacionados en el centro de colisiones de la compañía en Las Vegas. Este acto forma parte de una serie alarmante de ataques coordinados contra vehículos, concesionarios y estaciones de carga de Tesla en diferentes estados. Desde disparos hasta bombas incendiarias, los actos de vandalismo han escalado en violencia, dejando perplejos a ciudadanos y autoridades por igual.
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, no dudó en calificar estos ataques como “terrorismo interno”. En una declaración pública emitida el 18 de marzo, Bondi aseguró que el Departamento de Justicia ya ha acusado a varios perpetradores, incluso imponiendo penas mínimas obligatorias de cinco años. “Continuaremos las investigaciones que imponen graves consecuencias a los implicados en estos ataques, incluyendo a quienes operan entre bastidores para coordinar y financiar estos crímenes”, subrayó.
Musk, por su parte, lamentó la hipocresía política detrás de los ataques. “Siempre pensé que la izquierda, los demócratas, se suponía que eran el partido de la empatía, el partido de la solidaridad, y sin embargo están quemando coches, lanzando bombas incendiarias y disparando contra concesionarios, simplemente están destrozando Teslas”, expresó con frustración. Sus palabras resaltan un contraste marcado entre el discurso progresista y las acciones destructivas atribuidas a algunos sectores políticos.
A medida que los ataques continúan, la nación enfrenta una encrucijada: ¿qué tan lejos están dispuestos a llegar aquellos que se sienten amenazados por los recortes al gasto público? Para Musk, la respuesta es clara: “Esta extrema cantidad de odio y violencia se debe a que el DOGE realmente está logrando eliminar la corrupción y el despilfarro”. Mientras tanto, las autoridades trabajan contrarreloj para identificar y procesar a los responsables, mientras Tesla sigue siendo el blanco de una campaña de odio que parece no tener fin.