Washington D.C., 2 de abril de 2025 – Banderas estadounidenses, un escenario iluminado en rojo, blanco y azul, y un discurso que resonó como un llamado a las armas económicas. Donald Trump, rodeado de su gabinete, declaró este miércoles el “Día de la Liberación”, una fecha que, según él, marcará el renacer industrial de EE.UU. mediante una ofensiva de aranceles sin precedentes.
“Durante años, nos han robado. Hoy, eso termina”, afirmó el presidente, con un tono entre mesiánico y beligerante. Su objetivo: aplicar tarifas recíprocas a países que, según su narrativa, han abusado del libre comercio. “Si ellos nos cobran, nosotros les cobraremos. Y lo haremos mejor”, advirtió, mientras una pantalla gigante mostraba una tabla de naciones afectadas, cuyos nombres no fueron detallados en vivo.
El anuncio no fue una sorpresa, pero su ejecución inmediata sí: los aranceles entrarán en vigor esta medianoche, apenas unas horas después del discurso. Entre los blancos más mencionados estuvo el TLCAN (ahora T-MEC), al que Trump tildó de “el peor acuerdo comercial de la historia”, aunque sin especificar si México y Canadá sufrirán aumentos.
Analistas económicos ya anticipan oleadas de inflación y posibles represalias. Mientras Trump promete que esto “reducirá la deuda externa y creará empleos”, críticos señalan que los consumidores pagarán más por productos importados, desde autos hasta electrónicos.
En las calles de Washington, las reacciones dividen: algunos celebran con camisetas del “America First”; otros, con carteles que dicen “Guerra comercial = Recesión”. Lo cierto es que, a partir de mañana, el mapa comercial global podría cambiar para siempre.