Museo Nacional de Antropología, CDMX – Bajo los imponentes murales que narran la historia de México, Claudia Sheinbaum tomó el podio este 3 de abril con un mensaje claro: el país no esperará pasivamente los embates de la guerra comercial de Trump. Frente a empresarios, sindicalistas y líderes indígenas, la presidenta desgranó su “Plan de Fortalecimiento Económico”, una apuesta para convertir a México en potencia global ante un escenario internacional volátil.
“El T-MEC es nuestro escudo”, afirmó, refiriéndose a la exención de aranceles que benefició a productos bajo el tratado. Pero la batalla no termina ahí: el acero y los autos aún enfrentan gravámenes del 25%. “Seguimos negociando”, aseguró, mientras el secretario de Economía intercambia mensajes con Washington.
El plan presentado es ambicioso: reducir importaciones, atraer empresas que huyan de conflictos comerciales y escalar en innovación tecnológica. “En 2030 seremos top 10 mundial”, prometió Sheinbaum, citando metas como:
- Cadenas de valor con insumos mexicanos.
- Políticas aduaneras inteligentes.
- Crecimiento sostenido del 3% anual.
En la sala, empresarios asentían. Algunos recordaban el “Plan México” de enero, que ahora toma nueva urgencia. “No dependemos de un solo mercado”, dijo un ejecutivo automotriz, mientras ajustaba su corbata.
Al final, Sheinbaum apeló al nacionalismo: “Como México, no hay dos”. Un guiño a su base, pero también una advertencia al norte: el país negociará, pero no de rodillas.