En un contexto marcado por los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofreció tranquilidad durante su conferencia matutina al asegurar que las empresas de la industria automotriz no tienen intenciones inmediatas de mover sus plantas fuera del país. Aunque el tema ha generado incertidumbre entre analistas y sectores económicos, Sheinbaum destacó que ha mantenido conversaciones directas con gerentes generales de varias automotrices para evaluar su perspectiva sobre el futuro de sus operaciones en México.
“La mayoría nos han dicho que por el momento no piensan cambiar nada y que tiene que asentarse la situación”, afirmó la mandataria federal. Explicó que trasladar una planta automotriz no es un proceso sencillo ni rápido, ya que implica una inversión considerable de recursos y tiempo, extendiéndose incluso por años. Este mensaje busca despejar las dudas que han surgido sobre la posible fuga de inversiones debido a las medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos.
Sin embargo, Sheinbaum dejó claro que su administración no se quedará de brazos cruzados frente a esta situación. Enfatizó que el diálogo con Washington continúa siendo prioritario para encontrar soluciones. Como parte de este esfuerzo, mencionó que Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía, viajó este martes a la capital estadounidense para reunirse una vez más con Howard Lutnick, secretario de Comercio. “Seguimos en diálogo para este tema en particular y para el del acero y el aluminio, que también tienen un arancel para todos los países del mundo y también para México”, señaló.
Sheinbaum subrayó que, más allá de las tensiones comerciales, hay señales positivas para la industria automotriz en México. Citó como ejemplo el reciente anuncio de Nissan, que decidió trasladar la producción de una camioneta desde otro país hacia territorio mexicano. Este movimiento refuerza la confianza de las empresas en el país como un destino estratégico para sus operaciones. Además, recordó que en otros sectores no existen aranceles, lo que mantiene vigente el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), brindando oportunidades para seguir atrayendo inversión extranjera directa.
El optimismo de Sheinbaum contrasta con las preocupaciones que han surgido en algunos círculos empresariales. Expertos han advertido que los aranceles podrían generar presiones a largo plazo, aunque por ahora las grandes corporaciones automotrices parecen apostar por mantener sus operaciones en México. La estabilidad económica y las ventajas competitivas del país, como mano de obra calificada y costos relativamente bajos, siguen siendo factores clave que pesan en su decisión.
Este episodio pone de manifiesto la importancia de fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos, especialmente en momentos de incertidumbre. Mientras tanto, el gobierno de Sheinbaum está decidido a proteger los intereses nacionales y garantizar que México siga siendo un jugador relevante en la industria global. Con iniciativas como el diálogo constante con Washington y la promoción de las condiciones favorables para la inversión, el país busca consolidar su posición en el panorama económico internacional.