Sheinbaum Rechaza Prohibir Narcocorridos, Pero Impulsa Música Sin Violencia

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En un país donde la música y la violencia han estado históricamente entrelazadas, la presidenta Claudia Sheinbaum marcó un hito durante su gira por Aguascalientes al abordar uno de los temas más controvertidos de la actualidad: los narcocorridos. Este subgénero del regional mexicano, conocido por exaltar el narcotráfico, el dinero fácil y las armas, ha sido blanco de críticas debido a su vínculo con la apología del delito. Sin embargo, Sheinbaum dejó claro que su gobierno no buscará prohibir esta expresión artística, sino promover alternativas musicales que fomenten valores positivos.

La discusión surgió tras los recientes disturbios en la Feria de Texcoco, donde la cancelación de un concierto de narcocorridos provocó actos de violencia. Fans indignados agredieron físicamente al cantante Luis R. Conriquez, evidenciando la polarización que genera este fenómeno cultural. En medio de esta tensión, diversas entidades de México han tomado medidas drásticas: prohibir presentaciones de narcocorridos en sus territorios. Esta decisión se intensificó tras la polémica protagonizada por Los Alegres del Barranco, quienes proyectaron imágenes de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante un concierto en marzo. Como consecuencia, el grupo perdió sus visas de trabajo y turismo en Estados Unidos a principios de este mes.

Ante este panorama, Sheinbaum propuso una estrategia diferente: el concurso “México Canta y Encanta”. Este proyecto busca involucrar a jóvenes tanto en México como en Estados Unidos para crear música libre de violencia y combatir las adicciones que han arraigado en comunidades afectadas por el crimen organizado. “No estamos prohibiendo, eso es importante. Lo que queremos es promover que la música tenga otros contenidos”, declaró la mandataria, reiterando su oposición a la censura directa.

Los corridos mexicanos, originados como narraciones históricas, han evolucionado para reflejar la realidad contemporánea del país. Para algunos, estos temas son una forma de arte que retrata la vida cotidiana; para otros, representan una glorificación peligrosa de la ilegalidad. En este contexto, la iniciativa gubernamental busca equilibrar la libertad creativa con la necesidad de construir una sociedad más segura.

Mientras tanto, el debate sigue vivo. ¿Es posible separar la cultura de la violencia? Las acciones recientes sugieren que el camino hacia la transformación cultural será largo, pero necesario. Sheinbaum parece apostar por la educación y el arte como herramientas clave para cambiar paradigmas. Ahora, queda por ver si esta estrategia logrará resonar entre las nuevas generaciones y mitigar los efectos devastadores del narco en México.

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