En un enfrentamiento político cargado de historia y crítica, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las acusaciones del expresidente Ernesto Zedillo, quien recientemente señaló al gobierno actual de autoritarismo y “la muerte de la democracia”. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum no solo desmontó estas afirmaciones, sino que anunció que, a partir del 30 de abril, se analizará el sexenio de Zedillo para que las nuevas generaciones comprendan quién fue este personaje en la historia de México.
“Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia”, ironizó Sheinbaum al referirse a las críticas lanzadas por el exmandatario. Para la presidenta, estas acusaciones son parte de una campaña orquestada para deslegitimar su administración. En cambio, Sheinbaum recordó algunos de los episodios más controvertidos del sexenio de Zedillo, como el Fobaproa, un programa que rescató a grandes empresarios y banqueros mientras millones de familias mexicanas quedaron empobrecidas o perdieron sus viviendas y negocios.
“Cientos de miles de familias que no pudieron pagar sus casas, sus familias, en la pobreza… perdieron todo, desde su pequeña vivienda hasta su negocio y nunca fueron rescatados, porque a los que se rescató fue a los de arriba y con una enorme corrupción”, declaró Sheinbaum. Además, evidenció cómo Zedillo favoreció a ciertos empresarios cercanos al gobierno, brindándoles información privilegiada sobre la devaluación del peso. Esto permitió que sacaran enormes cantidades de dinero del país, exacerbando la crisis económica que ya estaba en curso.
La mandataria también recordó otras decisiones polémicas tomadas durante el gobierno de Zedillo, como la privatización de los ferrocarriles y los intentos fallidos de privatizar el sector energético. “¿Por qué no hablamos de la privatización de los ferrocarriles? Eso también es autoritarismo o a quién le consultó cuando privatizó los ferrocarriles, a poco hizo una consulta pública para saber si los privatizaba o no”, cuestionó Sheinbaum, destacando la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Pero quizás el momento más impactante de su intervención fue cuando Sheinbaum abordó las masacres de Acteal y Aguas Blancas, tragedias humanas que ocurrieron bajo el liderazgo de Zedillo y que dejaron cicatrices profundas en la memoria colectiva del país. “El pueblo de México está muy informado, sabe lo que pasó en esos años. No podemos hablar de democracia cuando esos hechos ocurrieron sin rendición de cuentas”, subrayó.
Finalmente, Sheinbaum destacó la contradicción de Zedillo al argumentar que la democracia en México está en peligro debido a la elección judicial impulsada por el gobierno actual. “¿Cómo se va a acabar la democracia si es el pueblo el que va a elegir?”, cuestionó la presidenta, defendiendo esta iniciativa como un paso histórico hacia una mayor participación ciudadana.
Para cerrar, Sheinbaum anunció que, a partir del 30 de abril, se dedicará tiempo a analizar el sexenio de Zedillo para que las y los jóvenes comprendan quién fue este personaje en la historia del país. “Es importante que las nuevas generaciones conozcan qué pasó durante ese gobierno, cómo se manejaron los recursos públicos y qué consecuencias tuvieron esas decisiones para el país”, concluyó.
Este anuncio refleja un esfuerzo por reescribir la narrativa histórica desde una perspectiva crítica, invitando a la sociedad a reflexionar sobre el pasado y vincularlo con los desafíos actuales. Mientras tanto, el debate sigue abierto, polarizando opiniones entre quienes ven en Zedillo un defensor de la democracia y quienes lo consideran un símbolo de las élites económicas y políticas tradicionales.