El 7 de julio, la tragedia tocó la puerta de un Centro de Rehabilitación para menores cuando un joven de 14 años, Sebastián Jiménez García, perdió la vida en su interior, lugar donde había sido internado por sus propios familiares.
Ubicado en la colonia Palo Verde, sobre la calle Emiliano Zapata, entre José María Valencia y Emeterio Ochoa, el centro fue cateado el domingo 14 de julio. Las autoridades evacuaron a todos los menores, buscando respuestas y justicia.
Sebastián, de acuerdo con sus familiares, gozaba de buena salud. Exigen explicaciones, pues solo les informaron que amaneció sin vida tras una noche en la recepción, viendo televisión junto al subdirector del lugar. La causa de su fallecimiento, según les dijeron, fue una broncoaspiración. Un hermano del menor reconoció su cuerpo únicamente a través de una fotografía.
Una semana después del trágico incidente, la Fiscalía de Sonora anunció la detención de dos empleados del centro, sospechosos de estar involucrados en los hechos. “Ambos quedaron recluidos en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Hermosillo y serán presentados ante la autoridad judicial para la audiencia inicial de imputación”, informó la dependencia.
Con el proceso judicial en marcha, se esperan más detalles sobre la investigación, siempre respetando la presunción de inocencia y el debido proceso.