La sala vibraba con la energía de más de tres mil morenistas que, entre cánticos y aplausos, presenciaban lo que muchos ya daban por hecho: Luisa María Alcalde, actual Secretaria de Gobernación, fue elegida como la nueva presidenta nacional de Morena. El anuncio lo realizó Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional del partido, quien destacó que la decisión fue tomada de manera unánime durante el Séptimo Congreso Nacional Extraordinario.
“Felicitamos a nuestra nueva presidenta”, dijo Durazo con una sonrisa, marcando el inicio de una nueva etapa en la dirigencia del partido, que sigue siendo la fuerza política dominante en el país.
Un liderazgo con herencia y compromiso
Luisa María, quien asumirá su nuevo rol a partir del 1 de octubre, no es ajena a las luchas del partido ni a las expectativas que recaen sobre sus hombros. Desde sus días como coordinadora de Morena Jóvenes y Estudiantes en 2011, cuando apenas había terminado su formación en la UNAM, la joven política se ha forjado una trayectoria marcada por su cercanía con el movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador.
Al tomar la palabra, Alcalde no ocultó su entusiasmo, pero tampoco el peso de la responsabilidad que asume. “Es un honor recibir esta encomienda, pero también un compromiso enorme”, expresó con firmeza. Se comprometió a seguir impulsando la participación de la militancia y a reforzar la identidad del partido. Su primer gran proyecto será la credencialización de la militancia, una tarea que busca estructurar y formalizar la relación de los seguidores con Morena.
Entre los aplausos, Alcalde presentó un decálogo dirigido a los gobernadores morenistas: atender audiencias públicas semanales, formar equipos con paridad de género, y sobre todo, mantenerse alejados de la corrupción y el crimen organizado. Su mensaje fue claro: la transparencia y la rectitud serán los pilares de su gestión.
El legado de la familia López Obrador
Si bien la elección de Luisa María fue el punto central del congreso, la atención también se centró en otro apellido que ya es parte del ADN de Morena: López Beltrán. El hijo del presidente, Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido como “Andy”, fue electo por unanimidad como Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional. Su nombramiento no sorprendió a los asistentes, pero sí marcó un momento emotivo cuando tomó la palabra para recordar el legado de su padre, Andrés Manuel López Obrador.
“Me da una enorme tristeza asumir este cargo al tiempo que se retira nuestro máximo dirigente”, confesó con un tono solemne. “Nuestro trabajo será preservar su legado”, prometió. Y es que, aunque ha sido un operador político clave en varias elecciones, Andy ha preferido mantenerse al margen de los reflectores. Sin embargo, su nuevo puesto lo obliga a asumir un rol más visible en el escenario público.
El equipo completo: caras nuevas y conocidas
El congreso también sirvió para completar el resto del equipo que acompañará a Luisa María en la dirigencia del partido. Carolina Rangel, exsecretaria de Bienestar en Michoacán, asumirá la Secretaría General del partido, relevando a Citlalli Hernández. Mientras tanto, Iván Herrera y Aarón Enríquez tomarán las riendas de las Secretarías de Finanzas y Jóvenes, respectivamente, conformando un equipo que mezcla experiencia y juventud.
Sheinbaum: unidad y principios
Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México y la figura que muchos ven como la heredera política de López Obrador, no tardó en expresar su apoyo a los nuevos líderes de Morena. Desde su cuenta de X, la mandataria electa felicitó a Luisa María Alcalde y al resto de los nombrados, destacando su confianza en que sabrán guiar al movimiento con “principios y unidad”. “Seguimos haciendo historia”, concluyó.
Con estos nuevos nombramientos, Morena parece prepararse para una transición donde la figura de López Obrador seguirá siendo omnipresente, pero con nuevos líderes al frente que buscan mantener viva la llama del movimiento. Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán encarnan la próxima generación de Morena, con la responsabilidad de no solo consolidar al partido, sino también de preservar el legado de un presidente que marcó profundamente la política mexicana.
La mirada al futuro
A partir del 1 de octubre, Morena iniciará una nueva etapa bajo el liderazgo de Luisa María Alcalde. Los retos no son menores: deberán preparar al partido para las elecciones de 2024, asegurar la continuidad del proyecto político de la Cuarta Transformación y mantener la unidad en un partido donde las corrientes internas a veces se han mostrado conflictivas.
Por ahora, la jornada concluyó con abrazos, cánticos y la promesa de seguir luchando por los ideales que, hace más de una década, llevaron a Morena al poder.